Existen ciertos lugares que gracias a leyendas, mitos o rumores de vecinos, se han transformados en sitios donde el misterio ronda en ellos. Casas, manciones, cuevas, sitios eriazos, incluso lagos, donde se les puede sindicar como lugares embrujados, reductos que escapan a la comprension, y donde sentimos la presencia de algo, que no podemos explicar.
Uno de estos lugares embrujados es la famosa cueva de Bell With, y todo nace en una historia veridica que te dejara asombrado por decirlo menos.
Sucedio hace mucho tiempo atras, a John Bell, un próspero granjero que se mudó con su familia a Robertson County, Tennessee, en 1804; llevaban una vida tranquila hasta que, en 1817, comenzaron a escucharse sonidos extraños (golpes y arrastres), aparecían rasguños en las paredes, les jalaban las sábanas y eran pateados o arañados.
Las cosas no pintaban bien, era extraño, demasiado, pero la terquedad de Bell, mantenia a la familia en dicho lugar, siendo la más atormentada Betsy Bell, de 12 años, quien llegó a ser golpeada y herida con alfileres.
Era notorio que un fantasma, un ser de otro mundo u otra dimension los atormentaba, por ello John y su familia pidieron al espíritu que se identificara y resultó ser Kate Batts, una vecina con la que John tuvo problemas en la compra de unos esclavos. Su “visita” tenía dos metas: matar a John e impedir el matrimonio de Betsy con un vecino llamado Joshua Gardner. El 20 de diciembre de 1820, John fue encontrado en estado catatónico y, en 1821, Betsy terminó con Joshua.
El fantasma dejó a la familia, pero siete años después la tuvieron “de visita” otra vez, durante dos semanas. El espíritu dijo que regresaría en 107 años (1935), pero llegó la fecha y no pasó nada. Walter Kirby y su esposa Chris, dueños actuales, construyeron una fiel reproducción de la cabaña de los Bell y dentro de la cueva instalaron un sistema eléctrico para los tours. “Hay un cementerio indio arriba de la boca de la cueva, en el acantilado, y el dueño anterior murió en nuestro dormitorio”, comentó Chris.
Se cree que el espíritu nunca dejó el área porque aún se reportan sucesos extraños y ha sido un destino recurrente para cazadores de fantasmas, curiosos y fans de lo paranormal.Existen ciertos lugares que gracias a leyendas, mitos o rumores de vecinos, se han transformados en sitios donde el misterio ronda en ellos. Casas, manciones, cuevas, sitios eriazos, incluso lagos, donde se les puede sindicar como lugares embrujados, reductos que escapan a la comprension, y donde sentimos la presencia de algo, que no podemos explicar.
Uno de estos lugares embrujados es la famosa cueva de Bell With, y todo nace en una historia veridica que te dejara asombrado por decirlo menos.
Sucedio hace mucho tiempo atras, a John Bell, un próspero granjero que se mudó con su familia a Robertson County, Tennessee, en 1804; llevaban una vida tranquila hasta que, en 1817, comenzaron a escucharse sonidos extraños (golpes y arrastres), aparecían rasguños en las paredes, les jalaban las sábanas y eran pateados o arañados.
Las cosas no pintaban bien, era extraño, demasiado, pero la terquedad de Bell, mantenia a la familia en dicho lugar, siendo la más atormentada Betsy Bell, de 12 años, quien llegó a ser golpeada y herida con alfileres.
Era notorio que un fantasma, un ser de otro mundo u otra dimension los atormentaba, por ello John y su familia pidieron al espíritu que se identificara y resultó ser Kate Batts, una vecina con la que John tuvo problemas en la compra de unos esclavos. Su “visita” tenía dos metas: matar a John e impedir el matrimonio de Betsy con un vecino llamado Joshua Gardner. El 20 de diciembre de 1820, John fue encontrado en estado catatónico y, en 1821, Betsy terminó con Joshua.
El fantasma dejó a la familia, pero siete años después la tuvieron “de visita” otra vez, durante dos semanas. El espíritu dijo que regresaría en 107 años (1935), pero llegó la fecha y no pasó nada. Walter Kirby y su esposa Chris, dueños actuales, construyeron una fiel reproducción de la cabaña de los Bell y dentro de la cueva instalaron un sistema eléctrico para los tours. “Hay un cementerio indio arriba de la boca de la cueva, en el acantilado, y el dueño anterior murió en nuestro dormitorio”, comentó Chris.
Se cree que el espíritu nunca dejó el área porque aún se reportan sucesos extraños y ha sido un destino recurrente para cazadores de fantasmas, curiosos y fans de lo paranormal.
Fuente: http://muchosmisterios.blogspot.com/
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