Había un muchachito, que aparentaba ser buenito, pero algo raro.
Hacia ya un tiempo que los padres no estaban por las calles, haciendo mandados, ni charlando con los vecinos.
Al tiempo se olía algo raro en el ambiente.
Nos comenzamos a preocupar mucho.
Hasta que unos vecinos hicieron una denuncia, pensando que había perros, gatos o ratas muertas, ya que este chico no sacaba la basura.
La policía llego, el hedor era insoportable, revisaron toda la casa y nada.
Pensamos algunos, que era porque jamás abría sus ventanas y no oreaba su vivienda.
Pero no, el olor se hacía cada vez más insoportable.
Llamaron a defensa civil y comenzaron a cavar el jardín, los fondos y nada había.
Yo me acorde en ese momento que le había prestado el rastrillo al padre del joven.
Cuando se lo pedí, se quedo tieso, en eso los policías junto con defensa civil, derribaron la puerta de un galponcito.
Y oh sorpresa el hedor provenía de ahí.
Pero no se veía absolutamente nada.
Comenzaron a mover cajas, herramientas, había como se imaginaran pilas de basura.
En eso una bolsa se cayó de unos travesaños del techo y cayo una cabeza.
Horroroso, bajaron las bolsas porque eran más de tres, y encontraron los restos humano de los padres. Aparte también de 2 mujeres mas, que después se averiguo que eran sus tías que habían ido a visitarlos.
A nadie le extraño la desaparición de estas tías, ya que eran solteras, y los únicos parientes que tenían eran ellos.
¿Saben que adujo este joven en su defensa?, Ellas trajeron masas, y no me esperaron que yo llegara para compartir conmigo, me enoje mucho y comencé a golpearlas, mi padre intervino y allí nomas le di con un hacha, al ver esto mi madre se asusto y quería salir a la calle pidiendo auxilio.
La única manera que tuve de pararla era clavándole una tijera en el pecho.
Al no saber qué hacer con ellos cuatro, me tome toda la noche y parte del día en descuartizarlos, y meterlos en bolsas.
Ya había pasado el recolector y no podía sacar las bolsas a la calle, por eso es que las guarde en el galpón.
Y para rematarla dijo, si no me dieron masas, la masa se las di yo.
Eran muy egoístas.
Desde ese entonces al día de la fecha, está recluido de por vida en un manicomio de Capital.
El Hospital Borda.
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