viernes

Llámame mañana, ¿Ok?



Todavía no hay mensajes en mi teléfono.

Suponía que él no me llamaría después de todo. No puedo culparlo, quizá me vi un poco desesperada anoche. Me había fijado en él desde antes que él me notara. Su brillante cabello negro y sus preciosos y poco naturales ojos azules. Seguro que yo no era la única mirando. Sus movimientos eran elegantes, pero de una manera masculina. Y su sonrisa, ¡su sonrisa!

Moriría por esa sonrisa.

Sigue sin haber mensajes…