martes

Noche en el cementerio

Hace pocos años, hubo un cura en mi pueblo al que le gustaba bajar todas las noches de los sábados al cementerio a invocar a los espíritus.

Yo entonces tenía 13 años. A mis amigos y a mí nos gustaba contemplarle desde un mirador que había a 500 metros escasos.

Una noche fría de últimos de Noviembre, estábamos allí solo 6 chicos, entre ellos yo, a esperar a que el cura, que por cierto se llama José Antonio, bajara. Y, el reloj de la iglesia dio las once de la noche.